Descubre las 13 plantas que arruinarán tus tomates este temporada ¡No cometas este error!

Los tomates son uno de los vegetales más populares entre los jardineros aficionados, y por buenas razones. Su versatilidad en la cocina, su sabor delicioso y la variedad de tipos disponibles los convierten en una elección ideal para cualquier huerto. Sin embargo, aunque los tomates pueden crecer de manera efectiva por sí solos, su rendimiento y salud pueden mejorar notablemente si se plantan junto a otras especies de plantas. Este fenómeno, conocido como plantación en compañía, puede determinar el éxito de su cosecha.

Aunque existen muchas plantas que benefician a los tomates, también hay que tener en cuenta que algunas pueden perjudicarlos. Plantar especies que no son compatibles puede resultar en problemas como infestaciones de plagas, enfermedades y competencia por nutrientes. A continuación, exploraremos en profundidad las plantas que es mejor evitar sembrar junto a los tomates esta temporada.

Cómo funciona la plantación en compañía

La plantación en compañía, también conocida como intersiembra o mezcla de cultivos, implica colocar plantas juntas que se benefician mutuamente. Este concepto no es nuevo; en varias culturas se ha practicado durante siglos, basado en la observación y la experiencia, aunque antes sin un conocimiento científico claro detrás.

A través de estudios recientes, hemos podido identificar qué plantas son compatibles y cuáles no, ahorrándonos tiempo y esfuerzo en el jardín. Lo ideal es que la plantación en compañía ofrezca beneficios para todas las plantas implicadas. Algunas plantas pueden atraer polinizadores o repeler plagas, mientras que otras optimizan el uso de nutrientes del suelo. Esto hace que el conocimiento sobre las interacciones entre las especies sea esencial para maximizar el rendimiento de la cosecha.

Para entender mejor la ciencia detrás de la plantación en compañía, puedes ver el siguiente video que explica algunos de los conceptos clave al respecto.

Ahora que has adquirido una mejor comprensión de cómo funciona la plantación en compañía, analicemos algunas de las plantas que deberías evitar plantar cerca de tus tomates.

Brócoli

El brócoli, al igual que los tomates, es un vegetal exigente en nutrientes. Ambos cultivos requieren un suelo rico en nutrientes, lo que puede llevar a una competencia intensa. Cuando se plantan juntos, es probable que el brócoli se lleve la mejor parte de los nutrientes, dejando a los tomates debilitados y con un rendimiento inferior.

Afinar el espacio entre ambos cultivos es crucial; se recomienda mantener al menos 3 pies de distancia para asegurar que cada planta tenga acceso a los recursos necesarios para prosperar. En su lugar, considera optar por otras plantas que sean más compatibles con el brócoli y que no compitan con los tomates.

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Coles de Bruselas

Al igual que el brócoli, las coles de Bruselas son parte de la familia de los brassicas. Esto significa que, al ser también plantas que requieren altos niveles de nutrientes, pueden perjudicar el crecimiento de los tomates. Las coles de Bruselas tienden a absorber el nitrógeno del suelo, lo que podría dejar a los tomates con deficiencia de este nutriente vital.

Para maximizar la salud de tus tomates, lo mejor es mantener estos dos cultivos en camas separadas. Ambos necesitan pleno sol, riego constante y fertilizantes ricos en nitrógeno, así que es más seguro que crezcan en diferentes espacios.

Repollo

El repollo también pertenece a la familia de los brassicas y, por lo tanto, no es una buena pareja para los tomates. La competencia por nutrientes entre estas dos plantas puede resultar en frutos pequeños y un rendimiento reducido. Dado que ambos son plantas de alto consumo, es mejor mantenerlos separados en el jardín.

Si deseas cultivar repollo, elige plantas que sean más amigables en términos de compañía, lo que no sólo beneficiará a tu repollo, sino que también mejorará la salud general de tu huerto.

Coliflor

Al igual que el brócoli y el repollo, la coliflor también tiene un alto requerimiento nutricional. Plantar tomates junto a coliflor puede conducir a una competencia feroz por los nutrientes, resultando en una producción deficiente para ambos. Aunque puede parecer que la coliflor podría ayudar a retener la humedad del suelo, la realidad es que esta combinación no proporcionará beneficios.

Un mejor enfoque sería asociar coliflor con legumbres, como los frijoles, que no sólo fijan nitrógeno en el suelo, sino que también ocupan menos espacio vertical con su hábito de crecimiento enredadera.

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Maíz

El maíz y los tomates son conocidos por compartir un enemigo común: el Heliothus zea, o gusano del oído del maíz, que también se conoce como gusano del fruto del tomate. Este plaga es altamente destructiva y puede arruinar la cosecha de ambas plantas. Plantar estos cultivos juntos crea un ambiente propicio para que la plaga prospere, lo que podría llevar a la pérdida de ambas cosechas.

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Para evitar problemas con este tipo de plagas, es mejor mantener el maíz y los tomates alejados uno del otro en el jardín. Mantener la biodiversidad en tu huerto puede ser una estrategia eficaz para minimizar la posibilidad de infestaciones.

Eneldo

El eneldo es una hierba que, aunque puede ser beneficiosa en su fase inicial de crecimiento, se convierte en un mal compañero a medida que madura. Mientras es joven, ayuda a repeler pulgones, pero al florecer, comienza a absorber nutrientes vitales del suelo, lo que afecta el crecimiento de los tomates.

Por lo tanto, si decides plantar eneldo, asegúrate de hacerlo en un lugar donde no afecte a tus tomates. Alternativamente, considera otras hierbas que sean más amigables con los tomates.

Berenjena

A pesar de ser ambos miembros de la familia de las solanáceas, los tomates y las berenjenas no son los mejores compañeros. Aunque tienen requerimientos similares, la competencia por nutrientes puede perjudicar a los tomates. Además, las berenjenas tienden a crecer a la sombra de los tomates, lo que no les gusta y puede inhibir su desarrollo.

Las berenjenas son susceptibles a la bacteriosis, lo que puede hacer que tus tomates también sean más vulnerables a esta enfermedad. Por lo tanto, es mejor mantener estas dos plantas separadas y elegir compañeros más compatibles para ambos cultivos.

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Hinojo

El hinojo es una planta que a menudo genera controversia entre los jardineros. Si bien puede atraer insectos beneficiosos que ayudan a controlar plagas como el gusano del tomate, también se considera un mal compañero porque puede inhibir el crecimiento de muchas otras plantas al secretar una sustancia química llamada juglona a través de sus raíces.

Sin embargo, si decides plantar hinojo, puedes considerar usarlo en una maceta o una bolsa de cultivo separada para evitar interferencias con tus tomates y otras plantas. Esto te permitirá aprovechar sus beneficios sin los inconvenientes.

Pimientos picantes

Aunque los pimientos picantes y los tomates son ingredientes clásicos en la cocina, no deben ser plantados juntos en el jardín. Al igual que las berenjenas, ambos son susceptibles a enfermedades como el tizón, que puede propagarse rápidamente entre cultivos cercanos. Además, comparten el mismo tipo de plaga, el gusano del tomate, que puede causar daños significativos a ambos cultivos.

Es aconsejable buscar alternativas más adecuadas que acompañen a los pimientos y que no comprometan la salud de tus tomates.

Col rizada

La col rizada a menudo se asocia bien con otros miembros de la familia de las solanáceas, pero con los tomates, la competencia por nutrientes puede resultar en un crecimiento deficiente. Aunque no es una regla estricta, si decides plantarlas juntas, asegúrate de proporcionar suficiente fertilizante rico en nitrógeno para mantener ambas plantas saludables.

Sin embargo, hay muchas otras plantas que hacen mejores compañeros para la col rizada, así que considera tus opciones cuidadosamente.

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Kohlrabi

El kohlrabi, al igual que otras brassicas, compite por nutrientes con los tomates. Por lo tanto, se recomienda mantener esta planta al menos a 3 pies de distancia de los tomates para asegurar que ambos cultivos prosperen. Si es posible, planta en camas separadas para evitar cualquier competencia.

Patatas

Como parte de la misma familia de las solanáceas, las patatas y los tomates no son buenos compañeros. Ambos cultivos compiten por nutrientes y son vulnerables a las mismas enfermedades, lo que significa que si uno se infecta, el otro también corre el riesgo. Además, la cosecha de patatas puede dañar las raíces de los tomates, así que es mejor mantenerlos separados en el jardín.

Sin embargo, una excepción interesante a esta regla es la planta de «Ketchup and Fries», que es un tomate injertado sobre una planta de patata. Aunque es una curiosidad, requiere un manejo especial durante la cosecha.

Nuez

Las nueces, especialmente el nuez negro, son conocidas por ser malas compañeras en el jardín. Secretan una sustancia química llamada juglona, que puede inhibir el crecimiento de muchas plantas, incluidas las solanáceas como los tomates. Si bien algunas plantas son resistentes a esta sustancia, los tomates son especialmente susceptibles.

Si te encuentras en la situación de tener que plantar cerca de un nogal, considera el uso de un lecho elevado y asegúrate de eliminar cualquier cáscara o hoja que caiga en tu área de cultivo. Sin embargo, lo ideal es mantener los tomates alejados de los nogales para asegurar su crecimiento y salud.

Consideraciones finales

La plantación en compañía no solo puede aumentar tu producción y mejorar la calidad del suelo, sino que también puede realzar el sabor de tus cultivos. Los tomates se benefician de muchas combinaciones, y sobre todo, varias hierbas son excelentes compañeros que pueden mejorar su rendimiento. ¡Feliz siembra!

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