Descubre los secretos para combatir la pudrición tardía en tus tomates y lograr una cosecha increíble
El blight es un término que ha resonado en la comunidad de jardinería durante años, pero su naturaleza y origen a menudo se malinterpretan. ¿Realmente vive en el suelo? ¿Puede contagiarse desde el jardín de un vecino? Algunos sostienen que se desplaza por la costa en épocas de lluvia, mientras que otros se preguntan si es una bacteria, un virus o una enfermedad. Para abordar esta confusión, es esencial comprender lo que realmente implica el blight y cómo puede afectar tus cultivos.
Conocer a fondo el blight tardío y su propagación es crucial para prevenir daños significativos en tus cultivos de tomate y papa. Este artículo te guiará a través de la identificación, tratamiento y prevención de esta devastadora enfermedad.
¿Qué es el blight tardío del tomate?
El blight tardío del tomate, conocido también como late blight, es provocado por el oomycete Phytophthora infestans, que presenta características similares a las de los hongos. Este patógeno ataca tomates, papas y otras plantas de la familia de las solanáceas.
Los oomycetes, anteriormente clasificados dentro del Reino de los hongos por su patrón de crecimiento filamentoso y su capacidad para alimentarse de materia en descomposición, han sido reclasificados tras investigaciones científicas. Hoy en día, se encuentran en el Reino Protista, más relacionados con algas y plantas verdes.
Se les conoce como «mohos de agua», ya que suelen aparecer en períodos de humedad elevada y se propagan a través del agua. Otros tipos de mohos de agua incluyen enfermedades como la pudrición de raíces y el moho velloso.
¿Cómo se propaga el blight tardío?
El blight tardío infecta las plantas a través de estructuras similares a esporas que se dispersan por viento y lluvia. Los oomycetes producen esporangios que se manifiestan como manchas marrones en las hojas o tallos de los tomates.
Dentro de estos esporangios, se generan zoosporas que se propagan rápidamente a través del agua, utilizando sus flagelos. Estas zoosporas se adhieren a las superficies mediante una secreción gelatinosa y se alimentan de materia en descomposición.
Dato curioso: Las zoosporas pueden viajar hasta 80 kilómetros impulsadas por el viento, infectando jardines y granjas en su camino. Por esta razón, durante las temporadas de lluvia y viento, se habla de esta enfermedad “desplazándose por la costa” debido a las condiciones climáticas.
¿Qué cultivos afecta el blight tardío?
El blight tardío se presenta principalmente en tomates, papas y algunas plantas ornamentales relacionadas, como las malas hierbas de la familia de las solanáceas y las petunias. Este mismo oomycete fue responsable de la gran hambruna irlandesa del siglo XIX, que devastó la cosecha de papa.
Durante años, se han realizado ensayos para desarrollar cultivares que sean menos susceptibles a esta plaga, lo cual es especialmente importante en regiones húmedas donde el blight es más prevalente.
Es interesante señalar: La diferencia entre «variedad» y «cultivar»; la primera se refiere a plantas que han evolucionado naturalmente, mientras el segundo se refiere a plantas que han sido seleccionadas y criadas de forma intencionada para resistir enfermedades.
Condiciones ideales para la enfermedad
El blight tardío tiende a aparecer más tarde en la temporada, ya que el patógeno prefiere condiciones húmedas y temperaturas entre 15° y 26°C con alrededor del 90% de humedad durante 3 a 5 días.
Cuando se presentan estas condiciones, el blight puede infectar un campo completo de tomates en solo 10 horas a 2 días. Es recomendable revisar los pronósticos climáticos para estar preparado y verificar tus plantas cada 2-3 días.
Un dato importante: Las esporas de los oomycetes pueden sobrevivir en material vegetal, permaneciendo latentes hasta que las condiciones sean óptimas. Por eso, la limpieza del material vegetal es fundamental. Cuando las condiciones son favorables, el patógeno se reproduce rápidamente, dispersándose a grandes distancias.
Identificando el blight tardío en los tomates
Si sospechas que tus plantas están infectadas, aquí hay algunas formas rápidas de identificar esta enfermedad.
Síntomas
Los síntomas principales del blight tardío incluyen manchas marrones, grises o púrpuras en las hojas y tallos, junto con hojas marchitas y secas. También pueden aparecer lesiones descoloridas en los tallos y pecíolos.
Al voltear las hojas, es probable que encuentres un crecimiento blanquecino y peludo en la parte inferior. Estas manchas son esporas destructivas. Las hojas continuarán oscureciendo o incluso morirán por completo si no se toma acción rápidamente.
Puedes consultar el blog de Cornell para ver fotografías que te ayudarán a identificar visualmente los síntomas.
Cómo disponer adecuadamente de las plantas infectadas
Una vez identificado el patógeno, es crucial eliminarlo completamente para evitar su propagación.
Recuerda que este patógeno se alimenta de materia vegetal o animal viva. Si añades plantas infectadas a tu compostera, las esporas pueden regresar a tu jardín cuando las condiciones sean adecuadas.
¡Nunca pongas restos de plantas infectadas en tu compost!
Para eliminar el organismo, retira las plantas infectadas en un día soleado y caluroso. Puedes exponerlas al sol, ponerlas en bolsas o cubrirlas con una lona para evitar que se propaguen. Posteriormente, deséchalas en la basura o quémalas.
Consejo profesional: Si has confirmado la enfermedad en tu cultivo de tomate y tienes papas cerca, vigila de cerca estas últimas, ya que también podrían resultar afectadas.
Cómo evitar el blight tardío
Las enfermedades suelen introducirse desde el exterior. La mejor estrategia es iniciar tus plantas de tomate a partir de semillas de proveedores confiables o comprar plantas en fuentes locales respetables. Inspecciona las plantas antes de añadirlas a tu jardín en busca de signos de enfermedad, como lesiones en hojas, pecíolos o tallos.

Consejos para la prevención de enfermedades:
- Durante la temporada de crecimiento, mantén tus tijeras de podar limpias entre sesiones, ya que las esporas pueden transferirse de planta a planta.
- Revisa tus plantas 2-3 veces por semana en busca de lesiones o manchas blancas que contengan esporas.
- Practica la poda regular para fomentar la circulación de aire.
- Presta atención a las alertas meteorológicas y notificaciones de tu oficina de extensión cooperativa local para estar al tanto de los síntomas.
- Elimina malas hierbas de la familia de las solanáceas alrededor de tu cultivo, ya que pueden ser portadoras de la enfermedad.
- Riega solo con goteadores o mangueras de remojo en la base, evitando salpicaduras y manteniendo las plantas y hojas secas. No uses riego por aspersión en los tomates. El mulching en la base de las plantas también puede prevenir el rebote de salpicaduras desde el suelo.
Las altas temperaturas pueden ralentizar la propagación del blight, pero ten en cuenta que, una vez presente, el patógeno comenzará a expandirse nuevamente cuando la temperatura baje.
Consejos para el cultivo en invernadero
Los tomates cultivados en invernadero son menos susceptibles a esta enfermedad porque están protegidos del viento y no reciben lluvia. Aunque es posible que los tomates en un área de cultivo protegida también se infecten, la infección probablemente se retrasará.
Asegúrate de que haya una buena circulación de aire con ventiladores y un espaciamiento adecuado entre las plantas de tomate. Este espacio no solo ayuda a la circulación de aire, sino que también evita que las esporas viajen de planta a planta si las hojas están en contacto.
Además, practica una poda adecuada eliminando chupones, hojas inferiores y hojas en exceso para mejorar la circulación de aire. Las enfermedades fúngicas tienden a afectar primero a las hojas más viejas, así que poda de abajo hacia arriba a medida que crecen tus plantas. Una buena circulación de aire ayuda a prevenir muchas enfermedades, incluido el moho polvoriento.
Si tienes muchos tomates y cultivas en un invernadero donde hay enfermedades presentes, considera cambiar tu ropa antes de entrar a otra área de tomates para evitar la transferencia de esporas.
Desinfección de otoño
Al final de cada temporada, tienes una oportunidad crucial para prepararte para una primavera libre de enfermedades. En otoño, recuerda:
- Retirar las plantas infectadas y quemarlas o añadirlas a una compostera activa y caliente. La pila debe estar lo suficientemente caliente para matar realmente al patógeno, así que si optas por este método, asegúrate de entender cómo funciona el compostaje caliente.
- Eliminar cualquier hoja caída de plantas infectadas.
- Si tus papas fueron infectadas, desentierra las tubérculos y no las guardes para plantar el próximo año. El blight puede sobrevivir en los tubérculos, especialmente en regiones sin heladas. Si plantas estos tubérculos, continuarás el ciclo de la enfermedad.
- Destruir cualquier planta voluntaria de tomate o papa que surja en senderos o pilas de compost.
Puedes ayudar a prevenir esta enfermedad en años futuros practicando una rotación adecuada de cultivos. Intenta no plantar tomates, papas u otros miembros de la familia de las solanáceas durante al menos 2 años después de que aparezca la enfermedad en ese terreno.
Preguntas frecuentes
¿El blight tardío puede sobrevivir en el suelo o en soportes de cultivo?
El blight tardío requiere material vegetal vivo para sobrevivir, así que si vives en una región que recibe heladas, no deberías preocuparte por la continuidad del blight de un año a otro.
Las esporas no sobrevivirán en jaulas de soporte o estacas siempre que se limpien entre usos, así que no te preocupes por reutilizar estos elementos de un año para otro. Si has cultivado tomates en un invernadero que no se congela en invierno, quizás debas ser cauteloso con las hojas caídas que crees que provienen de plantas infectadas.
¿Son peligrosos para los humanos los tomates infectados?
Aunque la fruta infectada no es la más atractiva, puedes cortar la zona afectada y comer el resto. Los blights no pueden transmitirse a los humanos, ya que son patógenos de plantas.
Sin embargo, las frutas infectadas no deben utilizarse para conservas de ningún tipo. Para la preservación, siempre debes seleccionar las frutas más saludables para obtener los mejores resultados.
¿Existen variedades de tomate menos susceptibles al blight tardío?
Sí, puedes seleccionar variedades que sean más resistentes o tolerantes al blight tardío. En muchos sitios web de semillas, puedes filtrar por resistencia a enfermedades (busca el código LB). A continuación, algunas cultivares criadas para resistir enfermedades.
Ten en cuenta que si las condiciones son ideales, aún podrías experimentar presión de la enfermedad incluso al cultivar un cultivar supuestamente resistente. Siempre revisa tus plantas en busca de síntomas para poder actuar rápidamente y darles una oportunidad de recuperación si aparece el blight.
¿Dónde puedo obtener más información sobre el blight tardío?
Contactar a tu oficina de extensión cooperativa local es un excelente punto de partida. Es probable que haya un agente asignado a tu condado o región que pueda revisar fotos de blight sospechado para ayudarte a diagnosticar el patógeno y responder cualquier pregunta que puedas tener.
Además, la mayoría de las oficinas de extensión cooperativa estatales rastrean enfermedades de cultivos, por lo que es buena idea comunicarte si has confirmado que hay un patógeno presente en tu jardín.
¿Puedo rociar mis plantas con algo para prevenir el blight tardío?
Existen algunos fungicidas aprobados por el OMRI (Organic Materials Review Institute) que puedes considerar si crees que es lo mejor para tu jardín. Si estás certificado, consulta con tus certificadores locales para saber qué productos están aprobados para ti.
Consideraciones finales
Esta enfermedad puede ser muy destructiva para los tomates, por lo que es vital saber cómo identificarla, tratarla y prevenirla. Algunos años, los cultivos están en mayor riesgo debido a diversas condiciones climáticas, así que ten un plan listo en caso de que surjan problemas.
Asegúrate de comprar semillas y plantas de fuentes confiables, riega adecuadamente y protege tus plantas del viento y la lluvia siempre que sea posible. Aprovecha los recursos locales y habla con tus vecinos.
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