Descubre estos 13 secretos que transformarán tu cosecha de brásicas esta temporada
Las brassicas, también conocidas como cultivos de col o verduras crucíferas, son un grupo de plantas altamente nutritivas que prosperan en climas frescos. Esta familia incluye verduras populares como el repollo, el brócoli, la coliflor, las acelgas, la col rizada y los brotes de Bruselas, entre otros. Estas plantas no solo son ricas en beneficios para la salud, sino que también ofrecen una versatilidad increíble en la cocina. Sin embargo, cultivar brassicas puede ser un desafío para los jardineros principiantes. A continuación, se presentan 15 consejos para maximizar tu cosecha de brassicas, asegurando que obtengas las verduras más sabrosas y robustas posibles.
Selecciona el lugar adecuado
La elección del lugar para cultivar tus brassicas es fundamental para asegurar una cosecha exitosa. Es crucial que el área que selecciones reciba luz solar directa durante al menos 6 horas al día, especialmente para especies que desarrollan cabezas, como el brócoli, el repollo y la coliflor. Esto es vital para su crecimiento óptimo.
Para las especies de hojas, como la col rizada y las acelgas, un lugar con sol parcial también puede ser suficiente. Por ejemplo, las acelgas pueden prosperar en la sombra moteada de plantas más altas, como los tomates. Generalmente, 3-4 horas de sol directo son ideales para estas brassicas de clima fresco. Lo mejor es que reciban luz directa por la mañana, cuando la luz solar es menos intensa, y un poco de sombra por la tarde.
Elige la variedad adecuada
La selección de la variedad de brassicas que vas a cultivar puede ser tanto divertida como beneficiosa. Cada variedad tiene diferentes necesidades y se adapta mejor a ciertas regiones climáticas. Optar por variedades convencionales puede simplificar el proceso de cultivo, pero también vale la pena explorar opciones menos comunes. Aquí hay algunas de mis variedades favoritas de brassicas:
- Brócoli ‘Burgundy’: Este brócoli morado es conocido por su exquisito sabor y valor nutricional. ‘Burgundy’ es más tolerante a las temperaturas cálidas que otros brócolis morados, lo que lo hace ideal para climas más cálidos.
- Col rizada ‘Dazzling Blue’: Esta variedad presenta hojas azul-verdosas con venas moradas profundas, y es perfecta para ensaladas y batidos de verduras.
- Nabos ‘Easter Egg’: Estos rábanos de múltiples colores, que incluyen tonos de rosa, púrpura y blanco, aportan un crujido hermoso y atractivo a las ensaladas.
- Gai Choy: Con un sabor único y delicado, este es un ingrediente común en la cocina asiática, perfecto para salteados o encurtidos.
Independientemente de la variedad que elijas, las brassicas son algunas de las cosechas más nutritivas que puedes cultivar en tu huerta.
Rota los cultivos
La rotación de cultivos es una técnica que no solo ayuda a aumentar tus cosechas de brassicas, sino que también previene problemas de plagas y enfermedades. Estas plantas son susceptibles a algunas enfermedades fúngicas y son grandes consumidoras de nutrientes. Al rotar tus cultivos, puedes evitar la propagación de enfermedades y restablecer los nutrientes en el suelo.
Una buena práctica es alternar las brassicas con leguminosas, que son fijadoras de nitrógeno, absorbiendo este elemento del aire y liberándolo en el suelo a medida que sus raíces se descomponen. Esto enriquece el suelo y mejora la salud general de tus cultivos.
Sin embargo, si cultivas en macetas, puedes enmendar el suelo para asegurarte de que tenga suficientes nutrientes. Cambiar la tierra cada dos años también es recomendable para mantener la calidad del cultivo.
Realiza pruebas y enmienda el suelo
Conocer la composición de tu suelo es crucial para el cultivo de brassicas. Estas plantas prefieren suelos fértiles y arcillosos, con un pH cercano a la neutralidad (6.5-7.5). Si el suelo es demasiado ácido, las brassicas no prosperarán adecuadamente. Es recomendable comenzar las enmiendas en otoño para restaurar los nutrientes y ajustar el pH antes de la siembra.
Agregar compost orgánico de buena calidad al suelo en otoño puede mejorar significativamente su composición. Asegúrate de mezclarlo bien y, antes de la siembra de primavera, verifica el pH y ajusta con cal si es necesario. Si planeas cultivar brassicas en otoño, cambia al compostaje en primavera y ajusta el pH en otoño.
Planta temprano
Las brassicas son cultivos de clima fresco y se pueden cultivar en primavera u otoño si se inician a tiempo. Comienza tus semillas en interiores para darles un buen comienzo. Las bandejas de inicio de semillas Epic son ideales para esto.
Para cultivos de primavera, lo más tardar que deberías empezar las semillas es de 2 semanas antes de la última helada esperada, aunque lo ideal es comenzar 4-6 semanas antes. Para cultivos de otoño, la época de siembra varía: en estados del norte, se pueden iniciar en junio o julio; en el centro, en agosto; y en el sur, entre finales de agosto y principios de septiembre.
Transplanta en el momento adecuado
El trasplante de brassicas debe hacerse con cuidado. Un buen momento para transplantar es cuando las plántulas tienen entre 3 y 5 hojas verdaderas y han sido aclimatadas a las condiciones exteriores. Las primeras hojas (cotiledones) no cuentan; debes esperar a que aparezcan las hojas que se asemejarán a las de la planta madura.

Antes de llegar a la etapa de trasplante, a menudo necesitarás desherbar las plántulas. Puedes esperar hasta que estén listas para el trasplante, o puedes ir monitoreando su crecimiento y recortando las plantas excedentes con tijeras de jardín. Esto evita que las raíces de las plantas deseadas se alteren.
Dales suficiente espacio
El hacinamiento puede afectar negativamente tus cosechas de brassicas. Es importante no sucumbir a la tentación de plantar demasiadas plantas en un solo espacio. Las brassicas requieren espacio suficiente para acceder a los nutrientes del suelo y permitir una buena circulación de aire, lo que ayuda a prevenir infecciones fúngicas. Aquí tienes una guía de espaciamiento:
Tipo de planta | Espaciamiento entre plantas | Espaciamiento entre hileras |
---|---|---|
Verduras de hoja (kale, espinaca, kohlrabi) | 1-2 pies | 6-15 pulgadas |
Plantas con cabezas (repollo, brócoli, coliflor) | 8-24 pulgadas | 1.5-2.5 pies |
Plantas de brotes de Bruselas | 18-30 pulgadas | 2.5-3.5 pies |
Protégete del viento
Algunas brassicas, como los brotes de Bruselas y el brócoli, requieren apoyo para mantenerse erguidas en condiciones de viento fuerte. Esto se puede conseguir creando una barrera contra el viento con plantas más grandes, aunque debes tener cuidado de no proporcionar demasiada sombra. Colocar estacas puede ser una buena opción para mantenerlas erguidas.
Elige compañeros adecuados
La siembra en compañía puede ser muy beneficiosa en el jardín. Puede ayudar en la polinización, la prevención de plagas, el control de enfermedades y el control de malezas. Las brassicas tienen muchos compañeros beneficiosos, como:
- Plantas de guisante y frijoles: crecen más altas y pueden proporcionar sombra en las horas más cálidas.
- Hierbas como salvia, cebollino, romero y eneldo: repelen plagas que pueden dañar tus brassicas.
- Verduras de raíz como zanahorias, cebollas y remolachas: ayudan a airear el suelo.
Además, muchas plantas con flores pueden actuar como repulsivos de insectos. Plantas como caléndulas, geranios y milenrama son excelentes para proteger tus brassicas.
Aplica mulch
El mulch es una herramienta excelente para proteger tus brassicas. Debido a que tienen sistemas radiculares superficiales, son susceptibles a la competencia de malezas. El mulch ayuda a suprimir el crecimiento de malezas, así como a retener la humedad en el suelo, lo cual es crítico para las brassicas. Esto es especialmente importante en climas cálidos, donde el riego puede ser necesario más frecuentemente.
Es esencial considerar las necesidades de riego al elegir el tipo de mulch. En áreas donde el agua es escasa, el enfoque principal del mulch es retener la humedad. En áreas con abundante lluvia, controlar las malezas puede ser la prioridad.
Vigila las plagas
Desafortunadamente, las brassicas son propensas a atraer plagas. Es importante monitorear tus plantas y detectar insectos lo antes posible. Algunas de las principales plagas que afectan a las brassicas incluyen:
- Babosas: Son voraces y pueden causar estragos en las plántulas. La recolección manual y la creación de barreras con tierra de diatomeas son métodos efectivos para controlarlas.
- Aphids: Se alimentan de la savia de las plantas, debilitando su crecimiento. Las mariquitas son depredadores naturales de los pulgones y pueden ser una solución biológica eficaz.
- Orugas: Insectos como la polilla de diamante y la oruga del repollo pueden devastar tus cultivos. Es crucial eliminar los huevos antes de que eclosionen.
- Aves: Muchas aves disfrutan de las brassicas, especialmente las palomas. La mejor forma de protegerlas es con redes.
Fertiliza adecuadamente
Agregar fertilizante al suelo antes de plantar es una excelente manera de dar a tus brassicas un buen comienzo. Estas plantas son grandes consumidoras de nutrientes, particularmente de nitrógeno. Mezclar fuentes orgánicas de nitrógeno, como harina de sangre o harina de alfalfa, en el suelo antes de la siembra, proporciona los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable.
Asegúrate de fertilizar mensualmente durante la temporada de crecimiento. Si el suelo es particularmente rico, podrías omitir la fertilización en algunas temporadas. Realizar pruebas de suelo anualmente es recomendable para ajustar tus necesidades de fertilización.
Riega regularmente
Las brassicas requieren mucha agua. Por lo general, necesitan al menos una pulgada de agua por semana. Es esencial no dejar que el suelo se seque por completo, especialmente en climas cálidos. En climas más fríos, riega una o dos veces por semana, dependiendo de la cantidad de lluvia que recibas.
Recomendaciones finales
Las brassicas son vegetales muy nutritivos que hacen una gran adición a tu jardín, a tu cocina y a tu mesa. Con tantos beneficios para la salud, no es sorprendente que hayan ganado popularidad entre los agricultores. Con la atención adecuada a sus necesidades de riego, fertilización, exposición al sol y control de plagas, estarás en camino a una cosecha abundante de brassicas.
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