Descubre el secreto para hacer crecer enredaderas de mandevilla como un experto y transforma tu jardín hoy mismo
Las plantas de mandevilla son una opción deslumbrante para quienes desean añadir un toque tropical a sus espacios exteriores e interiores. Con sus vibrantes flores en tonos de rojo, rosa y blanco, estas enredaderas no solo son visualmente atractivas, sino que también son relativamente fáciles de cuidar si se siguen las pautas adecuadas. A continuación, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre el cultivo y cuidado de las plantas de mandevilla.
Cuidado de las enredaderas de mandevilla
Las enredaderas de mandevilla son originarias de regiones tropicales y subtropicales, lo que les otorga un carácter exuberante y vibrante. Pueden crecer al aire libre en climas cálidos, particularmente en las zonas 9 a 11. En estas áreas, las mandevillas pueden permanecer verdes durante todo el año, mientras que en regiones más frías suelen entrar en un estado de semi-dormancia durante el invierno.
Para que estas plantas prosperen, es esencial proporcionarles luz solar directa. Se recomienda plantarlas en un lugar que reciba luz solar durante al menos seis horas al día, lo que fomentará una floración abundante.
Además, estas enredaderas son bastante adaptables en cuanto al tipo de suelo, pero prefieren aquellos que drenen bien. Es crucial permitir que el suelo se seque entre riegos, ya que la humedad excesiva puede provocar problemas en las raíces. Un buen consejo es observar si las hojas comienzan a amarillear, lo que podría ser una señal de riego excesivo.
- Prune regularmente para mantener su forma y estimular un crecimiento más denso.
- Usa un fertilizante de liberación lenta en primavera para alimentar a la planta durante su periodo de crecimiento.
- Evita la exposición a temperaturas bajo cero, ya que no soportan heladas.
Cómo invernar las enredaderas de mandevilla
Cuando las temperaturas comienzan a descender cerca de los 10 grados Celsius (50 grados Fahrenheit), es momento de llevar tu mandevilla al interior. Antes de hacerlo, asegúrate de que la planta esté libre de plagas. Una opción segura y efectiva es utilizar aceite de neem o jabones insecticidas.
Es recomendable podar la planta para reducir su tamaño, cortando al menos un tercio de su longitud. Esto no solo facilita su manejo, sino que también ayuda a la planta a adaptarse al nuevo entorno. Si es muy grande, no dudes en podar aún más.
Una vez dentro, ubica la mandevilla en un lugar soleado, preferentemente cerca de una ventana orientada al sur. Aunque la planta puede entrar en un estado de semi-dormancia, es importante seguir regándola, pero con menos frecuencia que en verano. Asegúrate de que la tierra se seque completamente antes de volver a regar.
Es vital evitar la fertilización en invierno, ya que esto puede estresar a la planta. Permitir que descanse durante este periodo es esencial para que vuelva a crecer con fuerza en primavera.
Cuidado de la mandevilla en macetas
Las mandevillas son plantas ideales para cultivar en macetas, lo que permite moverlas fácilmente según las condiciones climáticas. Asegúrate de elegir un recipiente con buen drenaje y que no sea demasiado grande, ya que un exceso de espacio puede retener humedad.
Riega la planta cuando la parte superior del suelo esté seca al tacto. Para comprobar la humedad, introduce un dedo hasta una profundidad de 1 a 2 pulgadas. Durante la temporada de crecimiento, alimenta la planta cada seis meses con un fertilizante de liberación lenta.

Es recomendable podar los nuevos brotes para fomentar un crecimiento más compacto y arbustivo. Si observas que las raíces comienzan a salir por los agujeros de drenaje, es tiempo de trasplantar a una maceta ligeramente más grande.
¿Las mandevillas son venenosas?
Una de las preocupaciones comunes sobre las mandevillas es su toxicidad. Es importante destacar que, aunque no son altamente venenosas, contienen compuestos que pueden ser perjudiciales si se ingieren. Por lo tanto, se debe tener precaución, especialmente si hay niños o mascotas en casa.
Los síntomas de intoxicación pueden incluir malestar gastrointestinal, como náuseas o vómitos. Por ello, siempre es preferible mantener estas plantas fuera del alcance de los pequeños y animales curiosos.
Propagación de la mandevilla
La propagación de las mandevillas se puede realizar de varias maneras, siendo el uso de esquejes una de las más comunes. Para hacerlo, corta un tallo sano y flexible de unos 15 a 20 cm y retira las hojas inferiores. Coloca el esqueje en un vaso con agua o en un medio de cultivo húmedo y bien drenado.
Es importante mantener el entorno húmedo y cálido para fomentar el enraizamiento. Puedes cubrir el recipiente con una bolsa de plástico para aumentar la humedad, asegurándote de ventilarlo de vez en cuando.
Una vez que las raíces hayan crecido lo suficiente, puedes plantar el esqueje en una maceta con tierra adecuada y comenzar a cuidar de tu nueva mandevilla.
¿Necesitan las mandevillas un enrejado?
Las mandevillas son plantas trepadoras, lo que significa que prosperan cuando tienen algo a lo que aferrarse. Aunque no es estrictamente necesario, proporcionar un enrejado o soporte les permite crecer verticalmente, lo que resulta en una planta más robusta y una floración más abundante.
Un enrejado también mejora la circulación de aire y ayuda a prevenir enfermedades, ya que las hojas estarán menos expuestas a la humedad del suelo. Puedes usar trellises, arcos o incluso cuerdas para guiar el crecimiento de las enredaderas.
¿Dónde crecen mejor las mandevillas?
Las mandevillas se desarrollan mejor en climas cálidos y soleados. Prefieren temperaturas cálidas y suelos bien drenados. En general, se adaptan a una variedad de suelos, pero se benefician de aquellos enriquecidos con materia orgánica.
Las mejores condiciones para un crecimiento óptimo incluyen:
- Temperaturas entre 20 y 30 grados Celsius.
- Exposición a luz solar directa por al menos seis horas al día.
- Suelo ligeramente ácido a neutro.
Si quieres ver en acción cómo plantar y cuidar de estas hermosas enredaderas, te recomiendo el siguiente video que proporciona una guía visual completa sobre el cuidado de las mandevillas:
