Descubre el secreto detrás del rizo de las hojas de tomate y cómo solucionarlo de inmediato
El curling o rizado de las hojas de tomate es un problema común que enfrentan los jardineros, pero no siempre es fácil de diagnosticar. Este síntoma puede deberse a una variedad de factores que van desde condiciones ambientales hasta plagas y enfermedades. Identificar correctamente la causa es fundamental para aplicar una solución efectiva.
Los tomates, además de ser una de las plantas más cultivadas, son un orgullo en muchos jardines. Desde las hermosas variedades heirloom hasta los híbridos prolíficos, hay un tipo de tomate para cada jardinero. A pesar de su popularidad, el cultivo de tomates puede ser un verdadero desafío, especialmente al enfrentarse a problemas como el rizado de las hojas.
Para abordar este problema, es esencial observar ciertos factores que indican la causa del rizado de las hojas. Presta atención a si las hojas se curvan hacia arriba o hacia abajo, si presentan insectos, si están de color marrón o amarillo y otros signos inusuales. Estas observaciones te ayudarán a identificar el problema y encontrar la solución adecuada.
¿Cuáles son las causas del rizado de las hojas de tomate?
El rizado de las hojas de tomate puede compararse con un dolor de estómago en los humanos; algunas causas son benignas y otras pueden indicar problemas más graves. Además, algunas causas son fáciles de remediar, mientras que otras pueden ser irreversibles. Un buen consejo para los jardineros es revisar frecuentemente sus plantas y tomar medidas preventivas basadas en la experiencia. Las causas del rizado de las hojas pueden clasificarse en tres categorías principales: ambientales, químicas y biológicas.
Estrés ambiental
Para muchos jardineros que compran plántulas de tomate en primavera, es común que las plantas prosperen durante unas semanas y luego desarrollen rizado de hojas. Este tipo de rizado es conocido como rizado fisiológico y ocurre cuando las condiciones climáticas se tornan calientes y secas, lo que puede dar lugar a un desarrollo inadecuado de las raíces. Generalmente, el rizado comienza en las hojas más viejas y desciende a lo largo del tallo, presentando hojas que se cuelgan hacia adentro y que pueden parecer coriáceas. A menudo, las plantas se recuperan de este tipo de estrés con prácticas culturales adecuadas, sin que esto afecte su rendimiento de frutos.
Los tomates indeterminados, que tienden a crecer mucho, también son susceptibles al estrés y daño por viento. Si no están apoyados correctamente, pueden torcerse, las hojas pueden rizarse y las puntas pueden morir. Este daño puede parecerse al causado por herbicidas, por lo que es importante observar las condiciones climáticas de tu zona y detectar si ha habido eventos de viento fuerte.
Errores del jardinero
Cada planta tiene necesidades ambientales específicas. Considerar las condiciones que mejor se adaptan a tu planta de tomate y recrear esos factores en tu jardín es clave. Los tomates prefieren suelos bien drenados. Cuando el suelo está saturado de agua, se eliminan los espacios de aire, creando un ambiente propenso a infecciones y pudrición de raíces. La pudrición de raíces causa que las hojas de tomate se enrollen, cambien de color y se marchiten. Es recomendable usar un medidor de humedad o simplemente comprobarlo con los dedos para asegurarte de que el suelo drene adecuadamente entre riegos.
Además, el exceso de poda puede causar estrés a la planta. Aunque los jardineros suelen quitar los chupones, es crucial recordar que las hojas son esenciales para que las plantas produzcan alimento y conviertan la luz solar en energía. Podar en exceso una planta joven o mal establecida puede ser suficiente para frenar su crecimiento y disminuir la producción de frutos.
Daño por herbicidas
Los tomates son muy sensibles a la deriva química, especialmente al herbicida 2,4-D. Esta deriva ocurre cuando los aerosoles agrícolas son transportados por el viento y se depositan en áreas no deseadas. A diferencia del rizado fisiológico, las plantas que sufren daño por herbicidas pueden mostrar hojas rizadas hacia abajo, con un aspecto torcido y frutos deformados que no son aptos para el consumo. Otros síntomas incluyen hojas amarillentas y tallos agrietados.
Es fundamental prestar atención a las hojas nuevas de estas plantas. Aunque los tomates pueden recuperarse del daño por herbicidas, a veces es mejor desechar la planta y comenzar de nuevo. Asegúrate de que el estiércol o compost que uses no esté contaminado, ya que los herbicidas pueden persistir en el suelo y seguir afectando a las plantas futuras.
Insectos
Los áfidos son una familia de plagas con más de 4,000 especies y son una amenaza común para las plantas de tomate. Se alimentan del savia de las hojas y los tallos, lo que puede provocar un crecimiento atrofiado y una menor producción de frutos si no se controlan. Las hojas dañadas pueden estar rizadas, arrugadas y con manchas amarillas. Los áfidos suelen encontrarse en la parte inferior de las hojas y pueden ser vistos a simple vista con su pequeño tamaño y las gotas de rocío que secretan.

Otro grupo de plagas son los ácaros de las hojas, que también se encuentran en la parte inferior de las hojas. Prefieren las hojas jóvenes y comienzan a alimentarse de los brotes y las flores. La nueva vegetación puede volverse marrón y rizarse. Al igual que los áfidos, los ácaros son visibles y pueden identificarse fácilmente en las hojas dañadas, donde a menudo tejerán telarañas.
Enfermedades
Una causa menos común de rizado de hojas puede ser las infecciones virales. El virus del mosaico del tomate (ToMV) y el virus del mosaico del tabaco (TMV) son enfermedades que pueden afectar a las plantas de tomate, presentando síntomas similares. Las plántulas jóvenes pueden mostrar un crecimiento atrofiado con hojas pequeñas que se rizan hacia arriba. Estos virus se propagan principalmente por la actividad humana, como el contacto de las manos del jardinero. Existen variedades de tomates resistentes a enfermedades, como “Health Kick” y “Sophya”, que están diseñadas para resistir estas cepas virales.
El virus del rizado amarillo de las hojas de tomate (TYLCV) fue identificado por primera vez en un invernadero en California en 2007. Se había encontrado en otras partes del mundo, pero no llegó a América hasta la década de 1990, causando un brote devastador en México en la temporada de cultivo 2005-2006. Este virus puede dañar gravemente la planta, limitando su rendimiento. Se propaga principalmente a través de moscas blancas que no sobreviven a las temperaturas invernales frías, por lo que no deberían ser un problema en la mayoría de las zonas de cultivo de EE.UU. y Canadá. Los síntomas de esta infección viral incluyen plantas arbustivas cortas con hojas pequeñas que se rizan hacia arriba y amarillamiento de las hojas a lo largo de las venas.
Remedios para el rizado de hojas de tomate
Prácticas culturales
Las causas ambientales del rizado de hojas son las más comunes y, generalmente, tratables. Puedes considerar el rizado de hojas como una señal de que la planta está comunicando que algo no va bien. Verifica las condiciones de cultivo alrededor de la planta. Utiliza tus dedos para medir la humedad del suelo y observa cuanta luz solar recibe la planta y qué tan caliente está el clima. Estas plantas requieren un buen drenaje y un riego constante. Se recomienda utilizar una manguera de riego por goteo o regar a fondo en lugar de rociar agua desde arriba, ya que las plantas de tomate son susceptibles a infecciones fúngicas y es importante mantener las hojas lo más secas posible. Aplica abundante mantillo alrededor de la planta para ayudar a mantener la humedad del suelo.
Aunque los tomates prosperan en verano, también pueden sufrir estrés por altas temperaturas, altos puntos de rocío y lluvias intensas. De hecho, las plantas de tomate pueden quemarse con el sol. Dependiendo de la variedad, pueden empezar a sufrir quemaduras solares una vez que las temperaturas superan los 37 °C. Usar una tela de sombra del 30% es una buena forma de proteger las plantas, y estas telas pueden reutilizarse año tras año.
Fija la tela de sombra a tus estacas de tomate y aplícale un fungicida preventivo. Esta tela puede permanecer sobre las plantas durante toda la temporada de cultivo, dependiendo de cuántos días tengas temperaturas superiores a 37 °C. Los parásitos suelen atacar a las plantas estresadas, por lo que mantener tus plantas saludables es una forma natural de prevenir plagas como los áfidos y los ácaros.
Los tomates son plantas enredaderas robustas y de rápido crecimiento. Al plantar, es recomendable anticipar que las variedades indeterminadas se volverán muy grandes y necesitarán una estructura de soporte. Independientemente del método que utilices, ya sea con estacas, jaulas o enrejados, asegurar tu planta a la estructura de soporte puede prevenir o limitar el daño por viento. También es útil podar los chupones excesivos y las hojas inferiores para permitir una mejor circulación de aire. Además, retira las hojas que presenten infestaciones visibles de áfidos o ácaros como parte del control de su población.
Junto con la poda, las plantas infestadas de áfidos o ácaros pueden ser tratadas con un fuerte chorro de agua para eliminar a las plagas. Es recomendable rociar el agua temprano en la mañana para que las hojas tengan tiempo suficiente para secarse a medida que el clima se calienta. Si es necesario, puedes utilizar aceite de neem o jabón insecticida para infestaciones moderadas, o piretrinas para situaciones más severas.
Cuando el tratamiento falla
A veces, no es posible salvar una planta de tomate, independientemente de los esfuerzos realizados. Por esta razón, es importante tener siempre algunas plantas de reserva en caso de que las actuales no prosperen. Al podar las hojas de tomate, puedes enraizar fácilmente los chupones en agua como respaldo. Si el clima no es favorable y la planta no logra sobrevivir, puedes compostar la planta.
No obstante, es crucial estar atento a las causas principales de muerte antes de compostar. Si tienes una planta infectada debido a un virus del rizado de hojas o una que sufre daño por herbicidas, es vital no compostar esa planta, ya que el virus o los químicos pueden quedar en el suelo y afectar a plantas futuras.
Para más información sobre el rizado de las hojas de tomate y sus soluciones, puedes consultar este video que ofrece una explicación clara sobre el tema:
