Descubre los secretos para hacer crecer tu Schefflera como un experto en Umbrella Tree
La planta Schefflera, comúnmente conocida como árbol paraguas, se ha convertido en una opción popular tanto para interiores como para exteriores debido a su resistencia y atractivo visual. Este árbol es famoso por su capacidad de prosperar incluso en condiciones de descuido, lo que lo hace una opción ideal para jardineros principiantes y experimentados. En este artículo, exploraremos la fascinante historia de esta planta, sus características únicas y los mejores consejos para cuidar de ella.
Antes de sumergirnos en los detalles, aquí hay algunos productos útiles que pueden facilitar el cultivo de tu árbol paraguas:
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Visión general del árbol paraguas
| Nombre(s) común(es) | Árbol paraguas, árbol paraguas enano, planta parasol, árbol pulpo, schefflera hawaiana, schefflera enana, schefflera australiana |
| Nombre científico | Schefflera arboricola, Schefflera actinophylla, Heptapleurum arboricola (sinónimo) |
| Familia | Araliaceae |
| Origen | Australia, Nueva Guinea, Taiwán, China (Hainan) |
| Altura | Variable – de 1′ a 50′ dependiendo de la variedad y la ubicación de crecimiento |
| Luz | Prefiere sol parcial, puede tolerar sol completo en condiciones limitadas |
| Agua | Mantener el suelo húmedo pero no empapado |
| Temperatura | 60-80°F |
| Humedad | Prefiere humedad media a alta, como muchas plantas tropicales |
| Suelo | Mezcla para macetas bien drenante |
| Fertilizante | Fertilizante líquido balanceado, mensual a quincenal según sea necesario |
| Propagación | Por esquejes de tallo, acodo aéreo o semillas |
| Plagas | Ácaros rojos, cochinillas, otros insectos escamosos, pulgones, trips. También susceptible a enfermedades fúngicas como manchas foliares (alternaria y fitóftora), moho negro, marchitez bacteriana, manchas foliares de xanthomonas, pudriciones fúngicas de tallos o raíces. |
Todo sobre el árbol paraguas
La Schefflera pertenece a la familia del ginseng y destaca por sus hojas de forma inusual. Estas hojas, largas y ovaladas, crecen en grupos circulares de 5 a 9, lo que les confiere su característica apariencia de paraguas.
Existen literalmente cientos de especies de Schefflera, pero solamente dos son comúnmente conocidas como «árbol paraguas»: Schefflera arboricola y Schefflera actinophylla. La diferencia principal entre estas dos especies radica en el tamaño de sus hojas.
Las plantas de Schefflera actinophylla suelen tener hojas que miden más de 4-5 pulgadas, mientras que las de Schefflera arboricola son más pequeñas, de 4-5 pulgadas o menos. Esta distinción es fundamental para los cultivadores que buscan la variedad adecuada para su espacio.
La Schefflera arboricola presenta una tendencia hacia la coloración variegada, mientras que la Schefflera actinophylla es más comúnmente verde. Durante el verano, las Schefflera arboricola pueden desarrollar espigas de flores que, aunque no son muy llamativas, suelen ser de color blanco o crema.
Por el contrario, las espigas de flores de Schefflera actinophylla, que son las responsables del apodo «planta pulpo», se agrupan en racimos que cuelgan de las ramas. Estas pueden ser de colores rojo, rosa o blanco, y se asemejan a los tentáculos de un pulpo. Posteriormente, estas flores se convierten en bayas de color naranja brillante, que aunque son visualmente atractivas, son comestibles.
Los cultivadores de interiores pueden mantener el tamaño de sus plantas, ya que el árbol paraguas enano puede alcanzar de 8 a 10 pulgadas en una disposición de bonsái, mientras que la Schefflera actinophylla puede crecer hasta 6-8 pies. En climas cálidos como los de Hawaii y Florida, estas plantas pueden crecer mucho más, alcanzando alturas de 10 a 15 pies o incluso más.
¿Es tóxico el árbol paraguas?
A pesar de ser una planta de interior maravillosa, los árboles paraguas contienen cristales de oxalato de calcio, que pueden resultar irritantes para personas y animales. Aunque la mayoría de las personas no experimentan más que una leve irritación en la piel, en raras ocasiones puede causar erupciones cutáneas.
Es fundamental tener precaución al manipular esta planta, especialmente si se tiene contacto con la savia. Se recomienda el uso de guantes de trabajo de alta calidad al podar. Si se produce contacto con la savia, es recomendable lavarse bien las manos.
La ingesta de cualquier parte de la planta puede causar síntomas como:
- Adormecimiento
- Sensación de hormigueo o ardor en la boca/labios/lengua
- Salivación excesiva
- Vómitos
- Dificultad para tragar
- Hinchazón de la lengua
- Obstrucción de las vías respiratorias
El ASPCA clasifica las especies de Schefflera como tóxicas para gatos y perros, y potencialmente peligrosas para reptiles. Aunque rara vez son mortales para los humanos, los efectos pueden ser bastante incómodos.
Cuidado del árbol paraguas
En general, el cuidado de Schefflera arboricola es bastante sencillo. Esta planta no requiere cuidados especiales, solo las necesidades básicas para prosperar.
Luz y temperatura
El tipo de luz necesaria varía según la especie de Schefflera. La Schefflera arboricola prefiere luz brillante e indirecta, aunque puede tolerar luz solar directa en períodos limitados. Por otro lado, la Schefflera actinophylla se adapta mejor en zonas 10-11, igualmente prefiriendo sombra parcial.
Para los cultivadores de interiores, lo ideal es colocar la planta cerca de ventanas que reciban buena luz. Las variedades variegadas requieren más luz que las completamente verdes. Si las hojas comienzan a marchitarse, es posible que necesiten más luz.
La temperatura ideal para el crecimiento de los árboles paraguas oscila entre 60 y 80 grados Fahrenheit. Es importante tener en cuenta que las plantas cultivadas al aire libre no son resistentes al frío. En su hábitat natural, raramente se encuentran temperaturas inferiores a 55 grados.
Agua y humedad
Los árboles paraguas son tolerantes a la sequía y pueden soportar un poco de descuido en cuanto al riego. Es fundamental que el suelo no esté empapado y que la maceta drene bien. Cuando sea posible, utiliza agua a temperatura ambiente para evitar un choque térmico en la planta.
Lo ideal es esperar a que el suelo esté casi seco antes de regar nuevamente. Si las hojas se oscurecen, es un signo de exceso de riego, mientras que las hojas arrugadas o marchitas indican falta de agua. Durante los meses de invierno, reduce la frecuencia de riego, ya que la planta no necesita tanto.
La Schefflera prospera en ambientes húmedos, por lo que se recomienda el uso de un humidificador para plantas o la pulverización ocasional de las hojas con agua tibia.
Suelo
El árbol paraguas se beneficia de una mezcla de tierra bien drenante, que puede ser una mezcla para macetas común a la que se le añada perlita o arena para mejorar el drenaje. Un buen sustrato casero puede incluir partes iguales de perlita, humus o turba, tierra de jardín y un poco de cal agrícola.
El pH del suelo debe estar en un rango ácido a ligeramente alcalino, idealmente entre 6.0 y 6.5.
Fertilizante
No es necesario fertilizar durante el invierno. Sin embargo, al iniciar la temporada de crecimiento en primavera, se recomienda un fertilizante líquido balanceado, preferiblemente uno optimizado para plantas de follaje.
Desde finales de febrero hasta el final del otoño, fertiliza tu árbol paraguas al menos una vez al mes. Si deseas promover un crecimiento más vigoroso, puedes fertilizar cada dos semanas.
Trasplante
Es recomendable trasplantar tu planta cada 2-3 años. Las señales de que necesita ser trasplantada incluyen raíces visibles saliendo de la maceta, signos de crecimiento estancado o la apariencia de que el sustrato se ha agotado. Elige una maceta con una base pesada para evitar que el árbol se vuelque si se expone al viento.
Descubre la planta que puede sobrevivir décadas y transformar tu hogar en un oasis verdeAl trasplantar, revisa las raíces en busca de signos de pudrición. Replanta a la misma altura en la nueva maceta, utilizando nuevo sustrato. Es recomendable omitir uno o dos ciclos de fertilización después del trasplante, ya que la planta debería tener suficiente nutrición en su nuevo suelo.
Poda
Los árboles paraguas responden bien a la poda y tienden a crecer rápidamente. Es aconsejable podar justo por encima de un nodo foliar para fomentar un crecimiento más frondoso. La poda regular ayuda a mantener el tamaño deseado y a eliminar el crecimiento desordenado.
Si el tronco o las ramas parecen débiles, puedes podar severamente estas partes para estimular un nuevo crecimiento más robusto. Al podar, recuerda eliminar las hojas muertas o dañadas, cortándolas a 1/2 pulgada por encima de la hoja sana más cercana.
Propagación
La propagación del árbol paraguas se puede realizar por medio de semillas, esquejes de tallo o acodo aéreo. Aunque puede ser un proceso complicado, los resultados son gratificantes.
Esquejes de tallo
Para realizar un esqueje, selecciona un tallo joven y sano. Usa un cuchillo esterilizado para cortar el tallo cerca de la rama y sumerge el extremo cortado en hormona de enraizamiento antes de plantarlo en un sustrato preparado.
Para crear un ambiente húmedo que favorezca el enraizamiento, cubre el esqueje con una bolsa de plástico. Mantén el sustrato húmedo pero no empapado. Después de unas semanas, cuando se formen raíces, retira la bolsa.
Acodo aéreo
Para realizar un acodo aéreo, corta una pequeña parte de la corteza en una rama baja y entierra esta sección en el sustrato, asegurándola con un soporte si es necesario. Una vez que se desarrollen raíces, puedes separar el esqueje de la planta madre.
Desde semillas
Las semillas deben ser remojadas en agua tibia antes de sembrarlas para mejorar la tasa de germinación. Utiliza una mezcla adecuada para macetas y siembra las semillas a una profundidad doble de su tamaño. Mantén el sustrato húmedo y alejado de la luz solar directa.
Solución de problemas con plantas de árbol paraguas
A pesar de ser plantas resistentes, los árboles paraguas pueden enfrentar algunas plagas y enfermedades. Aquí hay algunos problemas comunes a los que debes estar atento:
Plagas
Una de las principales plagas que afectan a los árboles paraguas son los ácaros de dos manchas, que crean telarañas en la parte inferior de las hojas. Para combatirlos, mantener la humedad alta es crucial, ya que estos ácaros prefieren ambientes secos.
El aceite de neem es efectivo contra ácaros y pulgones, que pueden infestar la planta y causar daño. Para plagas más pequeñas como los trips, es recomendable usar un jabón insecticida combinado con aceite de neem.
Las cochinillas, aunque no se mueven mucho, pueden causar daños severos si se multiplican. Se pueden eliminar con un hisopo de algodón empapado en alcohol.
Enfermedades
Las enfermedades fúngicas son comunes en los árboles paraguas, y una de las más frecuentes es la alternaria, que causa manchas en las hojas. El uso de fungicidas a base de cobre puede ayudar a tratar estas infecciones.
Además, ten cuidado con la mohos negro, que puede aparecer como resultado de la secreción de melaza de los pulgones. Aunque no daña a la planta, puede interferir con la fotosíntesis, así que asegúrate de limpiar las hojas con un paño húmedo.
Preguntas frecuentes
Q. ¿Cómo cosecho semillas de mi árbol paraguas?
A. Espera a que las bayas se oscurezcan y se sequen al sol. Después, puedes sumergirlas en agua y frotarlas para liberar las semillas.
Q. Mi árbol paraguas está creciendo demasiado, ¿qué puedo hacer?
A. Si tu planta está descontrolada, una poda severa la ayudará a recuperar su forma y tamaño.
Q. ¿Cuál es la forma más fácil de propagar los árboles paraguas?
A. La propagación por esquejes es efectiva, especialmente si se colocan en un ambiente cálido y húmedo.
¿Listo para llevar un árbol paraguas a casa? Son plantas de follaje excepcionales que pueden iluminar cualquier habitación. Para obtener más información sobre el cuidado de la planta Schefflera, puedes ver este video:
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