Descubre la sorprendente razón por la que los tomates se agrietan en la planta ¡No lo vas a creer!
Cuando cultivamos tomates, esperamos ver frutos hermosos y jugosos que reflejen el tiempo y esfuerzo invertido en su cuidado. Sin embargo, a veces nos encontramos con la frustrante sorpresa de que nuestros tomates se han agrietado, incluso después de haber seguido todas las mejores prácticas de cultivo. ¿Por qué sucede esto? Vamos a desglosar las causas de este fenómeno y cómo podemos evitarlo para disfrutar de una cosecha saludable.
El agrietamiento de los tomates puede manifestarse de diferentes maneras: desde pequeñas fisuras alrededor de la parte superior del fruto hasta desgarrones profundos en los laterales. Entender estas variaciones es crucial para abordar el problema de manera efectiva. A continuación, exploraremos en profundidad las causas del agrietamiento y cómo podemos prevenirlo.
¿Qué causa que los tomates se agrieten?
Los tomates tienden a agrietarse cuando la pulpa del fruto crece más rápido que la piel que lo envuelve. Este crecimiento desproporcionado suele ser el resultado de un aumento repentino en la cantidad de agua que reciben. Factores como el riego irregular o una lluvia intensa después de un período de sequía son las principales causas de este fenómeno.
- Riego inconsistente: Alternar entre períodos de sequía y riego abundante puede provocar estrés hídrico.
- Agujeros en la piel: Cuando los tomates se acercan a la madurez, su piel pierde elasticidad, lo que aumenta la probabilidad de agrietamiento.
- Variedades de herencia: Algunas variedades de tomates, como los de tipo beefsteak, son más propensas a agrietarse debido a su estructura celular.
Este agrietamiento se clasifica comúnmente en dos tipos: agrietamiento radial, que ocurre de forma vertical a lo largo del fruto, y agrietamiento concéntrico, que aparece en círculos alrededor de la parte superior. Las variedades de tomates herederos son particularmente susceptibles a este último tipo de agrietamiento.
Cómo detener el agrietamiento en los tomates
La clave para prevenir el agrietamiento en los tomates radica en mantener un suministro de agua constante y adecuado. Asegurarse de que el suelo drene bien es esencial. Aquí hay algunas estrategias efectivas:
- Utilizar suelo bien drenado: Esto reduce el riesgo de acumulación de agua y permite una mejor absorción de humedad.
- Preparación adecuada del lecho de cultivo: Trabajar el suelo a una profundidad de al menos un pie, incorporando compost y otros materiales orgánicos para mejorar la textura y la retención de humedad.
- Aplicar calcio: Añadir cal agrícola o cáscaras de huevo al suelo al plantar puede ayudar a fortalecer la piel de los tomates.
- Uso de mantillo: Aplicar una capa de 5-7 cm de mantillo (como astillas de madera) alrededor de las plantas ayudará a conservar la humedad del suelo.
Además, es fundamental mantener un riego regular. La alternancia entre el riego y la sequía no solo puede causar agrietamiento, sino que también puede dar lugar a otros problemas, como la pudrición apical. Por lo tanto, la consistencia es clave para mantener plantas de tomate sanas.
Variedades de tomates resistentes a agrietamientos
Algunas variedades de tomates han sido desarrolladas específicamente para resistir el agrietamiento. Estas son algunas opciones disponibles:

- Tomate ‘Crimson Cushion’: Conocido por su gran sabor y resistencia a las grietas.
- Tomate ‘Sun Gold’: Un favorito entre los cultivadores, también es menos susceptible al agrietamiento.
- Tomate ‘Big Beef’: Esta variedad de carne jugosa es robusta y menos propensa a agrietarse.
- Tomate ‘Celebrity’: Ideal para el cultivo en climas variables y resistente a enfermedades.
Antes de plantar, es recomendable investigar y seleccionar variedades que se adapten a su clima y condiciones específicas.
¿Se pueden comer tomates agrietados?
Si se detectan a tiempo, los tomates agrietados son perfectamente comestibles. Si observas que un tomate presenta agrietamiento radial, lo ideal es cosecharlo inmediatamente, incluso si no ha alcanzado su madurez total. Los tomates seguirán madurando fuera de la planta. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos factores:
- Olor y apariencia: Si el tomate presenta un olor agrio o está excesivamente blando, es mejor desecharlo.
- Manchas o decoloración: Esto puede indicar que el tomate se ha comenzado a pudrir y no es seguro para el consumo.
- Cortar partes dañadas: Si el tomate se ve saludable, corta la parte agrietada y consume el resto.
Los tomates de herencia que presentan grietas concéntricas son generalmente seguros si se manejan adecuadamente; simplemente corta la parte superior agrietada y disfruta del fruto restante.
Consejos adicionales para el cultivo de tomates
Aparte de las estrategias ya mencionadas, hay otros cuidados que puedes implementar en tu cultivo de tomates:
- Monitoreo constante: Observa tus plantas diariamente para detectar signos de estrés hídrico o enfermedades.
- Fertilización adecuada: Utiliza fertilizantes específicos para tomates que contengan nitrógeno, fósforo y potasio.
- Rotación de cultivos: Cambiar la ubicación de tus plantas de tomate cada temporada ayuda a prevenir enfermedades del suelo.
El cultivo de tomates puede ser una experiencia gratificante, pero requiere atención a los detalles para evitar problemas como el agrietamiento. Con las técnicas adecuadas y un poco de paciencia, podrás disfrutar de una cosecha abundante y deliciosa.
Si deseas profundizar más en técnicas de cultivo, aquí hay un video útil que explora cómo prevenir el agrietamiento en los tomates:
